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'SOY   JUSTICIERA  EN  ESENCIA'

  Edith González regresa a las telenovelas después de año y medio de receso con Mujer de Madera, producción de Emilio Larosa quien la convenció para volver a la pantalla chica con un personaje. “Me identifico con ella, con Marisa, porque yo también soy justiciera de esencia; está implícito en mi personalidad”, expresó la actriz que por lo menos hace tres años participa activamente por “México”.

La tala de árboles clandestina, el tráfico de animales, los niños quemados, entre otros temas, se tocarán en la telenovela y son por los que Edith ha pedido justicia e incluso es miembro de asociaciones que se manifiestan en contra de estas actividades.

Marisa (Edith González) es una mujer que ha sufrido mucho en su infancia y está a punto de casarse con César (Jaime Camil), cuando se da cuenta que él le fue infiel, lo que la convierte en una mujer fría y rencorosa; otra de las razones que separan a César de Marisa, es el padre de él, un político que quiere ser Presidente de la República y hará todo lo posible por lograrlo.

Consciente que en la realidad existen los problemas que plantea la telenovela, la actriz confía en el gobierno mexicano, “estamos en un país diferente, democrático, pero hay que entender que la democracia es un proceso que no se hace en un día. “Este proceso inició de alguna manera con Zedillo y creo que entre las fallas o aciertos que pueda tener este gobierno, hay que reconocer que se ha consolidado la libertad de expresión y eso es básico para tener una democracia”.

Como ciudadana, la rubia dijo estar de acuerdo en que las mujeres se lancen por una candidatura presidencial, “pero que no sea Marta, por lo menos no ahora; si quiere hacerlo que lo haga después, no ahora que tiene todos los servicios de Los Pinos en sus manos. “Si quiere, puede hacerlo en seis años, será bienvenida; no creo que ahora sea el momento”, aunque cree que es prematuro lanzarse en estos momentos y sobre todo si se hace de manera independiente.

En alguna ocasión se dijo que Edith era simpatizante de Andrés Manuel López Obrador, a lo que respondió entre risas: “yo no he apoyado a Andrés Manuel, más bien creo que es al revés, yo tuve un problema con el delgado de la Miguel Hidalgo y el jefe de Gobierno nos apoyó, entonces más que apoyarlo estoy agradecida con él”.

Edith, al igual que muchos ciudadanos se preocupan por la ecología y la corrupción que existe en México y por ser figura pública le han ofrecido puestos políticos, los cuales ha rechazado: “No lo hago porque no tengo la preparación suficiente, no basta tener amor por el país y unos pantalones bien puestos. No está en mis planes, pero tampoco lo descartaría, tal vez en tres años o en seis, no sé qué pueda pasar”, pues asegura que cualquier ciudadano que se ponga las pilas puede sacar a este país adelante.

Asegura que para que la nación mejore no es necesario tener un puesto político: “las cosas grandes inician con cosas chiquitas, hay que comenzar por tu colonia, mejorar las cosas ahí, y después irlo llevando a más”.

Edith participa activamente en asociaciones que se manifiestan en contra de la pornografía infantil, el acoso sexual a menores y niños quemados, pero de igual manera se muestra indignada por lo que ocurre en Ciudad Juárez con la matanza de mujeres: “Me parece que no deben ser las muertas de Juárez, porque en realidad son las asesinadas de Juárez; es un término más correcto porque ellas no murieron, las asesinaron.
“Es un tema lamentable en el que debemos actuar; como sociedad hemos sido apáticos, cualquier otra sociedad ya hubiera levantado la voz mucho antes que nosotros, lamentablemente no ha pasado así y es tarde para las familias que perdieron a sus niñas, pero no para que la sociedad tome las riendas del destino de nuestro país”.

A Edith le entristece saber que los mexicanos se preocupan más por los problemas ajenos que por los de su propio país. Y dice: “no se vale que nos espante más la matanza de focas en Canadá, cuando en México pasan cosas muy parecidas y no nos indignamos tanto, quizá porque las foquitas son muy bonitas, pero aquí por cada periquito que se vende en la calle, se matan de cinco a diez. Creo que tenemos que solucionar primero nuestros problemas antes de ver otros”.

Son tantos los temas en los que quisiera estar activa la actriz, pero por razones de trabajo no lo hace: “Me encantaría poder contribuir en todos los temas, pero es muy difícil, por el momento continúo con las campañas contra la pornografía infantil, me agrada que se toquen esos temas en la telenovela, y en cuanto termine de trabajar le entraremos con enjundia a las campañas”.

Así, en Mujer de Madera se hablará desde política hasta tala de árboles y niños quemados entre otros aspectos, como un triángulo amoroso conformado por Edith, Camil y Gabriel Soto, siendo la primera vez que le ponen parejas más jóvenes a la actriz, “pues sí, es la primera vez que me tocan galanes más acorde de mi edad, pues siempre me han puesto más señoriales y me agrada que me pongan más juveniles”. Y en tono sarcástico expresó: “estoy muy deprimida por los galanes que me tocaron, porque besan rico, son lindos, respetuosos, no se sienten más galanes que la chava… lo cierto es que hemos logrado cuajar para hacer una bonita amistad”, concluyó Edith.

Crónica (25 de Abril 2004)
 

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